Las personas con discapacidad y sus cuidadoras en su mayoría no reciben pensión, pues muchas de ellas se han desempeñado en su juventud en labores de faena, procesamiento de pesca de manera informal lo que no les permitió acceder el seguro social de la misma manera al bono de solidaridad sólo cubre al 25% de la población. Por otro lado gran parte de las mujeres cuidadoras y personas con discapacidad sufren de abandono por parte de sus parejas, y las cuidadoras no pueden trabajar porque brindan cuidados a las personas con discapacidad las 24 horas.

La ayuda que reciben por parte de los ministerios llámese GAD,  es una ayuda que se centra netamente en el acompañamiento, para la fundación Hope Foundation es de vital importancia que el acompañamiento o soporte que se les de a las personas con discapacidad o cuidadoras esté seguido del apoyo y la búsqueda constante a dar solución en cierta medida del cubrimiento de las necesidades básicas de este grupo, pues mucho de ellos no alcanzan a cubrir estas necesidades como: techo, comida, salud entre otros lo que disminuye de manera notable su calidad de vida.